A pesar de su papel rudo como “Sarah Connor” en Terminator, la actriz, de 54, reconoció en público, en 2004, que el trastorno bipolar la ha llevado a sufrir durante 20 años períodos maníacos e hiperactividad, donde no dormía más de 4 horas, y momentos de “bajones”. La artista los llama sus “años perdidos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario